Vampiros, los no muertos.

Desde que en 1897, Bram Stoker publicara su celebérrima novela, Drácula, miles de autores han escrito sobre el mito de los no muertos, y el cine, por consiguiente, se ha nutrido de todos estos oscuros personajes.
Apoyado en una combinación de terror, sexualidad y amor poético, el mito vampírico ha ido creciendo con los años hasta llegar a convertirse en la actualidad en un modelo a imitar por adolescentes "gracias" a cierta saga de dudosa calidad artística.

Aunque en la vida real ha habido infinitos casos de vampiros más o menos fascinados por el mito, nos centraremos hoy en los chupasangres que nos ha legado el séptimo arte.

1. Nosferatu (1922).

Esta magnífica obra de Murnau representaba a un vampiro carente de atractivo a diferencia de Drácula, principalmente para evitar denuncias de plagio. Todavía hoy produce escalofríos ver la sombra del actor Max Schreck subir las escaleras en busca de su víctima.






2. Drácula de Bram Stoker (Gary Oldman).

La encarnación de la novela más perfecta hasta la fecha.Gary Oldman se convirtió de un plumazo en el mejor Conde Drácula de la historia consiguiendo transmitir toda la carga romántica del personaje. Coppola consigue, caracterizaciones magistrales aparte, recrear a la perfección las distintas épocas en las que vive el personaje.




3. El señor Barlow (Salem´s Lot).

Esta miniserie de televisión tuvo tanto éxito que fue adaptada al cine y en ella aparecía un nosferatu de los que dejan huella, un anciano convertido en vampiro que cada vez que aparecía en pantalla te helaba la sangre. Los rasgos descarnados del actor Reggie Nalder apenas necesitaron algo de maquillaje para crear la cara del horror.



4. David (Jóvenes Ocultos).

Aunque la película no pasaba de ser cine de aventuras y bastante humor, el personaje de David (Kiefer Sutherland, 24, Touch) consigue transmitir el respeto que se debe sentir por un vampiro.




5. Conde Drácula (Christopher Lee).

Este mito de la Hammer encarnaba el porte y la nobleza que se le supone al personaje a la perfección. La sola presencia de Lee ya daba empaque a las varias cintas que protagonizó, dejando al viejo mito de Universal Studios, Bela Lugosi, como "el otro" Drácula.





6. Nomak (Blade II).

La segunda entrega de esta aceptable saga vampírica cayó en manos de Guillermo del Toro, lo que siempre es garantía de calidad y originalidad. Aquí nos encontramos con Nomak, un vampiro con pedigrí encarnado por el actor Luke Goss, famoso en los años 80 por ser componente del grupo musical Bros.




7. Eli (Déjame entrar).

En el año 2008 sucede lo inexplicable, del norte de Europa, concretamente la fría Suecia, surgía una de las más maravillosas historias de vampiros de toda la historia del cine. Oskar, un tímido niño de 12 años que esacosado en el colegio, se hace amigo de una misteriosa niña cuya llegada al barrio coincide sospechosamente con una serie de muertes. A pesar de que Oskar cree que Eli es un vampiro, intenta superar el miedo y que sus amistad esté por encima de todo. Una obra maestra de nuestro tiempo. Por supuesto más recmendable la versión sueca que la posterior americana.




8. Grandpa (The Munsters).

En los años 60, la cadena americana CBS estrena la serie The Munsters como respuesta a otra serie de la misma temática, La familia Addams de la cadena ABC.
En esta mítica serie que en Epaña se televisó en los 80, aparecía un vampiro inolvidable que enamoró a toda una generación. Grandpa, interpretado por Al Lewis, era un abuelo vampiro algo cascarrabias, pero muy simpático que andaba siempre a la gresca con su yerno German Munster.
Al terminar su carrera de actor, Lewis inició una etapa dedicado al activismo en favor de la paz y los derechos humanos y convirtiéndose en EE.UU. en todo un mito de la lucha por la paz y la libertad, falleció en 2006 muy anciano después de rodar un magnífico documental sobre su vida. Descansa en paz, Al , el mejor abuelo vampiro de la historia.





Por Swan Dive.