Al final, la realidad es que lo que el ser humano anhela es sobrevivir y el conocimiento y la sabiduría vienen después.
Sin embargo, el precio que pagamos es enorme, porque la ignorancia y el desconocimiento nos mantienen y nos mantendrán en la situación de sometimiento en que vivimos hoy.
Se dice habitualmente en África que cuando un anciano se muere, se muere una biblioteca y es totalmente cierto. Las tradiciones milenarias de estos pueblos son tesoros que se trasmitían de generación en generación y que, fruto de la colonización religiosa y cultural se han desvanecido casi por completo.
Entre todas estas tradiciones orales brilla con luz propia la de la tribu Dogón en Mali con toda una mitología y cosmogonía dignas de abrir bien los ojos y leer con atención.
La verdadera historia de la humanidad que las grandes religiones impuestas por los grandes poderes fácticos convirtieron en "cuentos de hadas".
La historia de los Dogón llegó a occidente de la mano del antropólogo francés Marcel Griaule, quien estuvo conviviendo con esta tribu durante largas temporadas en la primera mitad del siglo XX.
Durante esta convivencia, Griaule se ganó ampliamente la confianza de aquellas gentes y, en especial del chamán de la tribu, el guardián de toda la tradición Dogón que decidió compartir con él una serie de relatos que cambiaron la vida del antropólogo para siempre.
Griaule y el chamán Ogotemmeli.
El chamán Ogotemmeli relataba un legado cultural y astronómico donado por unos dioses que bajaron del cielo en naves similares a las pirámides americanas.
Dichos seres o "dioses" se llamaban NOMMO y eran descritos como semi-anfibios y provenían de una estrella que los dogón identificaban como una de las tres estrellas de Sirio (Sirio es una de las cinco estrellas más cercanas al sistema solar ), que ellos llamaban Po Tolo y de la que afirmaban era muy pequeña y muy pesada. La ciencia hoy en día conoce que Sirio B (que sólo se puede ver al telescopio) es una enana blanca muy pequeña y muy densa.
Además, los dogón hablan de la tercera estrella del sistema Sirio que ellos llaman Emme Ya, algo más grande que Po Tolo, pero más ligera y con órbita más exterior de la que la ciencia no tuvo noticias hasta el año 1999 en que un grupo de científicos detectaron una serie de anomalías gravitacionales en Sirio A y B que les permitieron demostrar matemáticamente la existencia de Sirio C, algo que la tribu dogón conocía miles de años atrás.
Imagen de rayos x del Chandra de Sirio A y Sirio B.
En 1976, Robert Temple, miembro de la sociedad astronómica de Londres publica el libro El misterio de Sirio en el que y por medio de un detallado examen de mitos egipcios, babilónicos y dogón, afirma que existió un contacto con seres provenientes del sistema solar de Sirio en la región de Sumeria, aproximadamente en el año 4500 antes de Cristo.
Los pueblos de aquel entonces incorporaron a sus mitologías tal encuentro y los conocimientos obtenidos a través de él y con el tiempo sus tradiciones se fueron expandiendo hacia otros lugares, llegando sus rastros hasta nuestros días.
Muchos y reputados arqueólogos hablan de que entre los años 4500 y 3500 antes de Cristo, los pueblos de la región de Egipto y Sumer, pasaron de ser culturas primitivas de carácter tribal a civilizaciones prósperas basadas en monarquías con un gran desarrollo en ciencias, artes y oficios y todo en breve espacio de tiempo, hablando de términos históricos.
Si has leído hasta aquí, enhorabuena, sin duda a partir de ahora, al ver la televisión o al leer libros de historia te surgirán dudas, dudas sobre la verdad que nos ha sido impuesta desde nuestra más temprana edad y que sólo liberando nuestras mentes de corsés y ataduras, podremos superar para lograr el conocimiento necesario para avanzar en nuestra evolución como seres conscientes y libres.
Por Swan Dive, fuentes:"Paradigmas: mitos, enigmas y leyendas contemporáneas", año 1986
"El secreto final de los Iluminados", de Robert A. Wilson y http://maestroviejo.wordpress.com
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