Las explicaciones a tan curioso fenómeno no se han hecho esperar por parte, por ejemplo, del instituto Max Planck y es cierto que es a los científicos a quienes debemos remitirnos cuando se dan anomalías tan bizarras como las que acompañan a ISON, pero es totalmente inevitable recordar dos asuntos muy concretos al oír hablar de un cuerpo celeste "alado".
Además de los ya mencionados en anteriores publicaciones Nostradamus, Parravicini, los indios Hopi o H.G. Wells y sus novelas proféticas, hay otras dos referencias recurrentes a la hora de tratar el tema de la cercanía de un cuerpo celeste como este que nos atañe.
Se trata de las tradiciones sumerias talladas en las tablillas de arcilla que el lingüista Zechariah Sitchin tradujo en parte y por otro lado, los mensajes en forma de dibujos que cada año quedan marcados en los campos de cultivo de Inglaterra.
No sólo en la cultura sumeria se resalta la importancia de un cuerpo celeste con "alas" , sino que además lo podemos encontrar en las culturas Maya, Tolteca, Azteca o Babilónica; el planeta "alado" es una constante en las profecías del regreso de los dioses en estas antiguas culturas. Quizá no se trata nada más que de una curiosa coincidencia, pero el mito es tan recurrente que es imposible obviarlo.
Respecto a los círculos de las cosechas, dejar claro varios puntos: la vieja historia de que los que comenzaron a crearlos fueron dos ancianos jubilados ingleses con unos palos y una cuerdas, no se trata más que de simple desinformación malintencionada que ha calado hondo en el subconsciente de la sociedad. Hoy en día es cierto que se encuentran muy habitualmente círculos falsos como parte de campañas virales de marcas comerciales o simplemente de falsificadores, pero la auténtica realidad es que los auténticos círculos no son comparables a los falsos.
Los auténticos aparecen como por arte de magia en cuestión de minutos y tienen la particularidad de que los tallos son doblados con una perfección extrema y a una altura que permite vivir a la planta sin dañarla en absoluto.
Relacionar a los círculos de las cosechas con inteligencias extraterrestres es algo que yo no me atrevo a hacer, pero de lo que estoy totalmente seguro es de que obedecen a una tecnología oficialmente aún no desarrollada por el ser humano, al igual que todos esos objetos que entran y salen del Sol y se mueven por nuestro sistema solar con total impunidad y desafiando las leyes de la física.
Lo que resulta claro es que todo esto parece formar parte de un juego de manipulación cósmica del que lamentablemente parecemos ser objeto y aunque resulte imposible descifrar las claves, sólo intentarlo, resulta apasionante.
Seguiremos atentos a los acontecimientos sin olvidar que ISON se enfrenta a los 7 días de máximo riesgo y que las espadas están en todo lo alto.
Por Swan Dive, fuentes: http://tiemposllegados.blogspot.com.es/
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